El jamón es uno de los productos favoritos de la gastronomía española, sobre todo en esta época del año, donde podemos disfrutar de su extraordinario sabor con nuestros seres queridos. Sin embargo, puede darse el caso de encontrarnos con que deja un regusto extraño y amargo que antes no estaba. Hoy, en Jamón Puro Bellota, vamos a explicarte cómo quitar el sabor rancio del jamón y cuáles son las posibles causas.
¿Por qué se pone rancio un jamón?
Un jamón que se encuentre en sus óptimas condiciones y haya sido tratado de forma adecuada, ya sea ibérico o serrano, no debe presentar un sabor rancio. Es importante tener esto en cuenta, ya que nos dará una pista sobre la calidad de la materia prima con la que estamos tratando.
No obstante, puede darse el caso de que, a la hora de consumirlo, deje un regusto rancio debido a la grasa exterior que presenta la pieza. Esto se debe a que la corteza no ha sido retirada adecuadamente antes de lonchearlo y, por tanto, deje ese sabor tan desagradable en boca. El jamón debe tener grasa, pero no en exceso y, sobre todo, no la que presenta color amarillo.
Otro supuesto a tener en cuenta, podría ser la posibilidad de que el jamón esté en mal estado debido a su mantenimiento incorrecto una vez abierto. Hay quien cree que es buena idea dejar un trozo de tocino del propio jamón cubriéndolo para conservarlo un mayor tiempo y que no pierda jugosidad, pero es erróneo. De hecho, esto podría acelerar el proceso para que el jamón se estropee. Temperaturas inadecuadas o un exceso de congelación también podrían causar que el jamón se ponga malo.
¿Cómo quitar el sabor rancio del jamón?
Como hemos comentado, el sabor rancio del jamón puede aparecer por diversos motivos, siendo uno de ellos la mala limpieza de la pieza y, por ende, estar consumiendo parte de la corteza o la grasa amarilla que presenta. En este supuesto, quitar el sabor rancio es muy sencillo, puesto que solo tendríamos que retirar esta grasa.
Asimismo, hay que identificar que el sabor rancio venga de ahí y no de que el jamón en sí esté rancio. Si este presenta un olor fuerte, desagradable y amargo, además de un color oscuro para nada apetecible, es posible que se encuentre en mal estado y lo mejor sea no consumirlo directamente.
Para evitar encontrarte con un jamón en mal estado, lo primero que debes hacer es conservarlo adecuadamente en un lugar fresco. Además, no está de más escoger un proveedor de confianza, donde sepas que vas a encontrar jamón de calidad, como en Jamón Puro Bellota.