Comprar un jamón puede ser una auténtica Odisea si no tenemos claro cuáles son los distintos tipos que hay. No es lo mismo un jamón que una paletilla, ni tampoco es lo mismo un jamón ibérico que un jamón serrano.
La diferencia entre los distintos tipos de jamones se nota, especialmente en su sabor. Y aunque todos nos puedan parecer iguales y buenísimos, debes saber que, dependiendo del cerdo, su alimentación y tipo de curación, la calidad de jamón cambia por completo. Por ello hoy, en el blog de Jamón Puro Bellota, te contamos cuáles son las diferencias entre el de reserva y bodega.
Diferenciación de los cerdos
Para saber diferenciar un jamón lo primero en lo que debes fijarte es en la raza de los cerdos. Sabemos que el jamón proviene de las patas traseras del cerdo, a diferencia de las paletillas que vienen de la parte delantera, y dependiendo de la raza del cerdo podemos encontrar varios tipos de jamones.
Cerdo ibérico
Por un lado, tenemos los cerdos ibéricos, que son criados únicamente en la península, de ahí su nombre, y tienen unas características muy marcadas, en parte por haberse criado en las dehesas. Si además han sido alimentados con bellotas, estamos hablando de una denominación específica, el jamón ibérico de bellota.
Cerdo blanco
Por otro lado, tenemos a los cerdos blancos, una raza mucho más amplia que puede criarse en distintos países del mundo. El coste de criar a estos cerdos es mucho menos que el de mantener a los cerdos ibéricos y eso se notará también a la hora de comprar nuestro jamón. La alimentación de estos animales es muy similar a la del cerdo ibérico, a excepción del cerdo ibérico de bellota que se alimenta de este característico fruto.
El cerdo blanco también tiene categorías como es el caso del jamón de bodega y el jamón de reserva, cuyas diferencias te contamos a continuación.
Diferencias entre un jamón de reserva y un jamón de bodega
Si te has decidido a adquirir un jamón curado, debes saber que dependiendo de si es reserva o bodega, el precio puede cambiar considerablemente.
Lo que comparten ambos jamones es la procedencia, los dos vienen del cerdo blanco, por lo que ya sabes de antemano que no se trata de jamones ibéricos. A simple vista, pueden resultar idénticos, ya que ambos jamones tienen la pezuña blanca, de ahí el nombre. Por ello, si quieres diferenciarlos, tendrás que fijarte en el etiquetado de cada una de las piezas.
Jamones de bodega
Los jamones de bodega son aquellos que, a priori, tendrán un coste menor porque su tiempo de curación es suficiente con 9 meses y en el caso de la paleta 5 meses. Este tipo de jamón no suele encontrarse en piezas enteras, lo verás en loncheados, taquitos y demás paquetes envasados al vacío.
Jamones de reserva
Por su parte, los jamones de reserva tienen que mantener un periodo de curación de al menos 12 meses y 7 en el caso de las paletillas. También podrás encontrar la opción de jamones gran reserva, se llaman así porque su periodo de curación debe superar los 15 meses. Estos últimos son unos de los más demandados en cuanto a calidad y precio.
Ahora ya sabes cómo diferenciar un jamón de bodega y uno de reserva. Si estás buscando un jamón de calidad, sea del tipo que sea, lo encontrarás en Jamón puro bellota.