El jamón ibérico es un producto de gran valor, al que en ocasiones no le sacamos todo el partido que le puede llegar a tener, ya sea por desconocimiento o por falta de costumbre. A continuación, en este post de Jamón Puro Bellota, vamos a desvelaros qué hacer con las sobras del jamón ibérico, esas partes que se suelen desechar.
¿Qué partes son comúnmente consideradas como sobras?
Si nos preguntan a nosotros: ¿qué partes son consideradas como sobras? La respuesta sería ninguna. Pues desperdiciar partes de un buen Jamón Ibérico, es uno de los mayores errores que se pueden cometer.
Sin embargo, hay piezas a las que gente les cuesta más sacarle provecho. La corteza, el tocino o la grasa, y los huesos del jamón son las partes que comúnmente están consideradas como sobras.
Piel del jamón
Lejos de ser desperdicio y actuar como mera protección, la corteza del jamón es una valiosa parte del mismo que a menudo se ve devaluada.
No es solo un simple recubrimiento; es una pieza crujiente y llena de sabor, con un marcado gusto a jamón. Además, la piel del jamón se puede utilizar como potenciador del sabor natural y su textura crujiente la hace perfecta para incorporarla en una gran variedad de recetas.
La manera más cómoda y sencilla para sacarle provecho es hacer chips de corteza de corteza de jamón, simplemente deberás freírlas en aceite de oliva muy caliente y abundante hasta que se hinchen y la grasa esté disuelta.
Tocino o grasa
Empezaremos con algo fundamental: no toda la grasa es válida. Sólo debes aprovechar la que está próxima a la parte rosácea que se encuentra junto a la carne magra. Nunca uses la parte amarillenta que rodea el jamón, ya que tiene un sabor agrio, y estropeará tus platos.
Su sabor es totalmente diferente al resto, puesto que es más salado, casi con toques ahumado. Y su jugosidad es mucho mayor que el resto de la carne. Recomendamos ir cortando el tocino conforme vas consumiendo el jamón, pues si decidieses quitarlo todo al comenzar, estarás perjudicando la conservación de su frescura.
Podrás utilizarlo como mantequilla o aceite, y usarlo como envoltura de diferentes tipos de carnes. Así, mientras se está cociendo, la grasa se irá deshaciendo, aportando a la carne elegida, el sabor característico de la grasa.
Huesos del jamón
La última parte del jamón de la que vamos a hablar es de sus huesos. Los huesos son una gran fuente de colágeno, gelatina, y si decides usarlos para hacer caldo, podrás aprovechar también sus minerales. Para conseguir los huesos te recomendamos que te hagas con una tabla resistente y un cuchillo muy bien afilado.
Para sacarle el mayor partido a los huesos, la opción más segura y sobre todo sabrosa, es usarlos para hacer caldos. Simplemente deberás agregar los trozos, una vez el agua esté hirviendo, los ingredientes que decidas añadir dependerán de la receta elegida. Además, si estás a dieta o buscas recetas bajas en calorías, podrás incluir el caldo de huesos a tu menú.
Esto es lo que puedes hacer con las sobras del jamón ibérico. Pero para poder aprovecharlas necesitarás primero exprimir el sabor de una paleta de gran calidad, consigue la tuya en Jamón Puro Bellota.