¡Traemos una noticia muy interesante! Imagine que puede saber cómo está el jamón por dentro sin necesidad de tener que abrirlo para probarlo. Parece de ciencia ficción pero ya es posible gracias a una investigación llevada a cabo por un equipo del Instituto de Carne y Productos Cárnicos (IProCar) de la Universidad de Extremadura en colaboración con el Servicio de Innovación de Productos de Origen Animal (SiPA).
Esta innovación tecnológica supone un adelanto muy importante en la industria cárnica ya que pretende utilizar imágenes de resonancias magnéticas para ‘catar’ el jamón sin tener que abrir la pieza y probarla. Supone poder conocer a través de las resonancias magnéticas la grasa que contiene, el punto de sal o incluso cómo será su textura.
Hoy en el blog nos hacemos eco de una noticia que hemos leído en el periódico La Vanguardia (Yaiza Saiz) y en El Español (Enrique Sacristán) hace un par de días. En la noticia podemos conocer las impresiones de Trinidad Pérez-Palacios, una de las investigadoras del equipo extremeño de la universidad: «A través de las imágenes y las aplicaciones de algoritmos, se obtienen datos numéricos con los que se pueden conseguir ecuaciones de predicción de las características de los cárnicos».
Como podemos leer en las noticias a las que nos referimos, si un productor hace algún tipo de modificación en el proceso de elaboración de sus embutidos (acortar el tiempo de maduración, por ejemplo), puede saber el resultado final a nivel sensorial antes de ponerlo a la venta, según Pérez-Palacios.
Junto a ello, estas imágenes de resonancia magnética permiten conocer con exactitud muchos de los datos que deben aparecer en el etiquetado nutricional de los productos ibéricos (porcentaje de sal o el de proteínas).
Esta técnica no invasiva permite conocer parámetros como la cantidad de grasa, la humedad, el color y hasta algunos atributos sensoriales del producto.
¿Qué le parece esta noticia?