Jamón de Bellota 100% ibérico MALDONADO

El Jamón de Bellota 100% Ibérico Maldonado es una auténtica joya gastronómica procedente de Extremadura, pesando entre 7 y 7,5 kg. Elaborado exclusivamente con carne de cerdo ibérico puro alimentado a base de bellotas, y con un único ingrediente adicional: la sal, este jamón se ofrece en dos formatos: pieza entera con hueso o en finas lonchas cortadas a mano, presentadas en sobres de 100 gramos.

Cada cerdo destinado a la producción de este jamón es criado en libertad y llega a la montanera en condiciones óptimas, habiendo desarrollado un físico atlético y saludable gracias a su dieta y ejercicio en la naturaleza. Durante la montanera, el cerdo consume bellotas, lo que le confiere una grasa insaturada, rica en sabor, que es clave para la calidad superior de este jamón.

Al degustar el Jamón de Bellota 100% Ibérico Maldonado, se aprecia la sedosidad y el sabor profundo que solo la bellota puede aportar, acompañado de un aroma inconfundible y un color brillante que distingue a este producto. La experiencia completa se logra al saborear el jamón junto con su tocino, donde se perciben las notas de campo y la esencia de la raza ibérica ancestral.

Este jamón es cada vez más valorado a nivel mundial, convirtiéndose en un símbolo de celebración y felicidad en cualquier evento, siendo un cómplice perfecto para momentos de alegría y disfrute.

Jamón Maldonado

Los jamones Maldonado proceden de cerdos ibéricos que se han criado en libertad y con gran mimo en las dehesas de Extremadura.

El cerdo de bellota 100 % ibérico puro es una raza autóctona primigenia de la dehesa. Sin cruces y criado en ella, es el origen del Jamón de Bellota 100 % ibérico MALDONADO.

Alimentado durante su vida bajo un estricto control de hierba y piensos elaborados a base de cereales de primera calidad. No perdiendo así el control de la calidad óptima que queremos obtener.

En época de montanera (época de maduración y caída de la bellota) el animal come tanta hierba aromática y bellota como quiere, disponiendo de más de 2 hectáreas para cada uno.

Los fríos inviernos y calurosos veranos en Extremadura aportan una curación serena y con personalidad. Perdiendo así el menor oleico proveniente de la alimentación de bellota.